«Pase sin llamar»

Como los cartelitos que ponen en algunas oficinas, te invito a recorrer el blog con toda libertad y a conocerme a través de mis reflexiones cotidianas a la luz de las enseñanzas de la Fe Bahá'í. ¿Tenés un ratito? Vení a relajarte y a leerme, café de por medio. Estaré esperando tus comentarios y reflexiones para conocernos un poco más.
La idea es que en el acto de compartir la luz propia a través de nuestras palabras y convicciones, nos enriquezcamos mutuamente y podamos brillar como verdaderos soles en el mundo de la creación.
¡Bienvenid@!
mon blog

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Un Verdadero Ejército de Paz - A Real Army of Peace


41 Conferencias from Rubén Jiménez on Vimeo.
(English version at the bottom of this post)


La Casa Universal de Justicia, cabeza de la Fe Bahá'í a nivel mundial, convocó a los Bahá'ís del planeta a una serie de conferencias que están realizándose alrededor del mundo, desde principios de noviembre y hasta fines de febrero.

Hemos llegado al punto medio de estas series de conferencias, y Rubén Jiménez, del sitio Ejército de Paz de España, ha preparado un video que resume la participación de los Bahá'ís en las veinte primeras conferencias.

Si querés saber cómo los Bahá'ís estamos construyendo un Nuevo Orden Mundial en todas las ciudades del mundo, cómo estamos unidos por una misma visión, por una misma fe, por un mismo amor a la humanidad, no podés dejar de ver este video. Si querés sentir la fuerza de nuestra unión, si querés emocionarte, conmoverte y echarle un vistazo a la unidad que trae consigo el Nuevo Orden Mundial, entonces abrí bien tus ojos, hacé click en el video y prepará tu corazón...

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The Universal House of Justice, the Bahá'í Faith's head at the world level, called to the Bahá'ís living everywhere to a series of conferences whish are being held all over the world, since November to February.

We have reached the middle point of this conferences, and Rubén Jiménez, from ejercitodepaz.com, from Spain, has prepared a video showing the participation of Bahá'ís in the first twenty conferences.

If you want to know how Bahá'ís are building a New World Order, in every city of the world, in which way we are united by the same only vision, by the same only faith, by the same only love to humankind; if you want to be moved and touched, and have a glance of the inherent unity of the New World Order, then open your eyes, click on the video and prepare your heart...

English version:

41 Conferences from Rubén Jiménez on Vimeo.

sábado, 6 de diciembre de 2008

Decir Adiós






El martes, a las dos en punto de la tarde, mi perro Terri falleció.

Como bahá'í, sé que hay algunas oraciones especiales que tienen un poder tremendo, así que recité algunas de ellas repetidamente. También sé que, además de las oraciones, está la Voluntad de Dios, y que todas las oraciones actúan de acuerdo a esta Voluntad. Como yo deseaba que Terri viviera, no quería recordar esto último. Pero más allá de mi voluntad, está la Voluntad de Dios.

Oré y oré, con mucha fe. Terri seguía vivo, pero su situación no mejoraba, y yo continuaba orando y orando. Le susurraba palabras de cariño y le pedía que aguantara un poquito, que esto ya iba a pasar. Sus ojitos me miraban, pero no me veían, ocupado como estaba en soportar el dolor.

Un día antes, en la madrugada, había comenzado a agitarse y a tomar mucha agua. Lo primero que pensé fue que estaba envenenado porque hasta hacía unas horas lo había visto tranquilo y sin el menor síntoma de enfermedad. Era la madrugada del lunes ocho de diciembre. Salimos a recorrer la ciudad en busca de un veterinario. Todos los números de emergencia parecían burlarse de mi desesperación: sonaban y sonaban sin que nadie levantara el tubo desde el otro lado. Recién pude conseguir un veterinario el lunes al mediodía. El ocho de diciembre es feriado nacional en honor a la Virgen del Valle. Terri no estaba envenenado, sino constipado, y de tanto hacer fuerza, había expulsado la mucosa hacia afuera. Necesitaba una operación urgentemente, y el único veterinario que podía operar estaba de festejo con motivo de la Virgen.

A primera hora del martes, el nuevo veterinario revisó a Terri y me anunció que no podría operarlo, a menos que la inflamación cediera. Le puso una inyección y recetó compresas de té frío cada dos horas. En esas estaba yo, dándole palabras de aliento al perrito que, según mi mamá, era mi hermanito y, según yo, era mi hijo, cuando, de repente, a las dos en punto de la tarde, entendí. No se trataba de mi voluntad o de mi deseo o de mis necesidades. Todo esto es acerca de Dios y de Su Voluntad, del plan particular que Él tiene para cada uno de nosotros en todos los aspectos de la vida. Me alejé a un lugar solitario dentro de la casa y le pedí a Dios que, si era Su voluntad llevarse consigo a Terri, que lo hiciera rápido para que no sufriera más, pero que no permitiera que él muriera solo.

Cuando regresé, Terri estaba acostado en el piso. El instinto lo había llevado a buscar un lugar fresco y oscuro. Me arrodillé junto a él y volví a orar a Dios, repitiendo mi pedido. Apenas terminé mi oración, "mi hijo", como solía llamarlo todos estos años, falleció. Su corazoncito no resistió y expiró, pero antes levantó la cabeza en señal de dolor y me vio junto a él. Esta vez me miró, y me vio y escuchó las palabras de cariño que le susurraba con delicadeza y sintió las caricias sobre su cabecita y cerró los ojos y se alejó de mí para siempre.

Luego todo fue un tumulto. Gritar, correr, llorar, buscar al veterinario, reanimar, reanimar, reanimar, resignarse. Y luego todo fue quietud otra vez.

En medio de toda esta pena, me doy cuenta de que me debo una lección sobre el desprendimiento: No todas las cosas van a salir como yo quiera, no puedo controlarlo todo, no soy tan poderoso ni tan sabio como quisiera. Pero sí puedo, si me esfuerzo, ser todo lo humilde que sea necesario para aceptar la Voluntad de Dios.

Si aprendo esta lección, el sufrimiento de mi Terri y su partida quizás puedan cobrar un poco de sentido.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Conferencia Regional Bahá'í - Antofagasta '08: Cómo Empezó Todo Para Mí




El 20 de Octubre de este año, la Casa Universal de Justicia, órgano máximo que rige los asuntos mundiales de la Fe Bahá'í, envió un mensaje a todos los seguidores de Bahá'u'lláh, anunciando una serie de cuarenta y un conferencias en todo el planeta para que los Bahá'ís pudieran juntarse con el doble propósito de "celebrar las hazañas cosechadas hasta ahora" y "deliberar sobre las exigencias actuales". Con este mensaje, la Casa Universal de Justicia puso en movimiento, primero, los corazones y luego, la capacidad de inventiva de miles y miles de personas en los cinco continentes que deseaban obedecer al llamado. A partir de ese día, se originaron muchas historias, algunas inspiradoras, otras ejemplificadoras, aun otras con finales tristes y otras llenas de esperanza, esfuerzos y amistades nuevas. Todas estas historias son dignas de ser contadas y escuchadas. Todas estas historias son reales e involucran a personas reales que en este momento están caminando por algún lugar del mundo. Sin pretender nada más que sacar afuera, aunque sea inadecuadamente, todo lo que siente mi corazón, con más necesidad de contarme que de contar, relato ahora lo que sentí y lo que estoy viviendo. Esta es mi historia.


Mi primer contacto con el mensaje del 20 de Octubre fue justo un día después. Acababa de regresar de una reunión en la que varios miembros de Asambleas Espirituales Locales de mi país se habían juntado para reflexionar sobre los mejores modos posibles de aportar al progreso de la humanidad en los planos espiritual y material. Esa reunión que solo tomó un fin de semana tuvo el poder de reanimarme e iluminar mi mente, de modo que ahora entendía qué y cómo debería hacer si deseaba ser una fuente de bien común. Las ideas, que hasta entonces corrían locas de un lado al otro peleándose el primer lugar en la fila, comenzaron a acomodarse en mi mente, y opté por hacer lo mismo en todos los ámbitos de mi vida. Los días en que caminaba entre neblinas, tratando de ayudar a otros sin saber cómo, ahora tenían sentido. Ahora todo tenía sentido.

Así las cosas, regresé a Tartagal, mi ciudad, con la idea de renunciar a uno de mis trabajos y ganar más días de servicio a la Fe Bahá'í. Por supuesto, durante el largo viaje de regreso, me cuestioné cómo haría para llegar hasta fin de mes, pues aun con tres trabajos distintos, todavía debía estirar los billetes para hacerlos llegar hasta el día treinta; me pregunté en qué quedaría la tan ansiada maestría que deseaba comenzar, encima en otro país; traté de responder a la pregunta de cómo se hace para pagar luz, teléfono, cable, comida y mascota cuando apenas te alcanzará para una comida sencilla todos los días. Al lunes 20 de Octubre lo pasé feliz y analizando mis verdaderas posibilidades de renunciar al trabajo. Me surgieron preguntas, pero detrás de ellas estaba este sentimiento irreprimible de querer dedicar tiempo, fuerza y vida a levantar a la comunidad bahá'í de Tartagal. La respuesta me llegó al día siguiente, cuando abrí mi cuenta de correo y encontré una carta de la Asamblea Espiritual Nacional dando una breve introducción al mensaje enviado por la Casa de Justicia.

Comencé a leerlo con avidez, pero palabra por palabra, con la dedicación y la entrega que un niño le pone al último de sus caramelos favoritos. La carta hablaba de un "aumento en la conciencia de la eficacia" del Plan de Cinco Años, informaba sobre la preparación de los amigos en todo el mundo "para la expansión sitemática" y manifestaba la esperanza de la Casa Universal de Justicia de "presenciar una oleada de programas intensivos de crecimiento lanzados en los meses previos a Ridván del próximo año".

Todo eso me gustó. Continué destilando el azúcar de las palabras y encontré un doble reto, así que asumí que ese doble reto era para mí, venido directamente de Dios. Debía yo aprender a "identificar segmentos de la sociedad receptivos" para "compartir el mensaje de la Fe", por un lado, y "comprender en la práctica" cómo integrar todos aquellos elementos que hacen a una "pauta sana de crecimiento" de cualquier sociedad. Ya comenzaba a vislumbrar el trabajo que tenía por delante, y me gustaba. El deseo de liberar horas de trabajo para dedicarlas al servicio de la Fe se agudizó dentro mío. Las buenas noticias del primer párrafo y el desafío que Dios Mismo me planteaba comenzaron a bullir aquí adentro, como si esa azúcar, destilada a fuerza de leer y releer, ahora fuera puesta a fuego lento para exaltar su sabor. A medida que su dulce me inundaba, el aroma a triunfo me envolvía y me embriagaba. No podía hacer más que seguir leyendo, seguir libando.

Toda la carta era un llamado a servir, servir con esfuerzo. Me entusiasmé y me emocioné, al punto que el último párrafo me tomó por sorpresa. Esperaba yo una fiel promesa de oraciones en los Santuarios Sagrados, pero hubo otra cosa más. Cuando un mensaje de la Casa Universal de Justicia comience diciendo "Con el fin de ofrecer la oportunidad de...", más te vale estar sentado porque lo que sigue, de seguro te hará tambalear de la emoción. Al menos ese efecto tuvo conmigo. A esta altura mis ojos lloraban solos y sentía un levísimo ardor en los labios. "Anunciamos la convocatoria a una serie de conferencia regionales, cuarenta y una en total..." No podía más. Abrí los ojos grandes, tanto para leer bien el nombre de la ciudad que sería mi anfitriona, como para dar más espacio a las lágrimas, que ahora acudían apuradas a derramarse por amor. "Abiyán, Accra, Almaty, Antofagasta..." Demás está decir que me lloré hasta los caracteres de la carta, incluido el de los espacios, cuánto más el de cada letra llena de triunfo. Me apresuré a caer de rodillas al costado de mi cama, sabiendo no sé por qué ni cómo, que yo estaría allí, celebrando y deliberando, viendo y asumiendo, hazañas y exigencias. Con los ojos cerrados, henchido de emoción, llorando de alegría, le agradecí a Dios en oración y me levanté, todavía sin poder ver bien a causa de las lágrimas, pero con la mente clara, pensando en cómo hacer para viajar, en cómo hacer para que fueran todos.

martes, 2 de diciembre de 2008

Conferencia Regional Bahá'í - Antofagasta '08: Mensaje de la Casa Universal de Justicia a la Conferencia

Algunos de los 600 participantes que tuvo la Conferencia Regional Bahá'í en Antofagasta,
este fin de semana.



29 de Noviembre de 2008


A los Amigos reunidos en la Conferencia Regional en Antofagasta

Extendemos nuestros más amorosos saludos a los amigos de Argentina, Bolivia, Chile y Perú quienes se han reunido en esta auspiciosa ocasión para examinar los logros obtenidos durante los últimos dos años y medio y evaluar las posibilidades para el futuro. Verdaderamente, tienen mucho que celebrar. La historia de la Fe en sus países no deja duda en cuanto a la receptividad de los pueblos de su región al mensaje de Bahá'u'lláh. Su desafío, como el de tantos otros, ha sido desarrollar la capacidad para sotener la expansión a gran escala. Qué alegría nos ha traído atestiguar, particularmente en años recientes, sus pacientes y diligentes esfuerzos para enfrentar este desafío. Extrayendo de las lecciones aprendidas sobre todo por sus comunidades hermanas en América Latina, han logrado implementar en agrupación tras agrupación los elementos necesarios para poner en movimiento un proceso duradero de transformación colectiva --un proceso que puede crecer rápidamente para tocar las vidas de decenas de miles de personas en su región. Ustedes están fomentando un ambiente que conduce a la adoración comunitaria; están proporcionando educación espiritual a niños; están canalizando las energías de los pre-jóvenes y están ofreciendo la oportunidad a crecientes números de jóvenes y adultos para estudiar la Palabra Creativa y realizar actos de servicio. Y en las 14 agrupaciones donde estas actividades han sido combinadas con otros elementos para crear programas intensivos de crecimiento están alcanzando resultados notables. Que su propio proceso de aprendizaje ha avanzado considerablemente, es claro. Que están preparados para realizar un salto formidable hacia delante, es innegable.

La meta ahora ante ustedes, la de lanzar otros 14 programas de crecimiento hasta Ridván de 2009 manteniendo los 14 ya en marcha, requerirá una concentración aún mayor de esfuerzo. Al concebir planes para las semanas y meses por venir, no deberían subestimar la vasta reserva de talento y energía que representan los jóvenes entre ustedes. Estén confiados, también, que su fe y determinación, su constancia y dedicación, atraerán confirmaciones divinas. Sin importar cuán fuertes sean las fuerzas que están desgarrando la tela de la sociedad, que los lazos que los unen se mantengan firmes. Sin importar cuán oscuro sea el horizonte al que se enfrenta el mundo, que el fuego del amor de Dios encendido en sus corazones arda birllantemente. Les aseguramos nuestras más fervientes oraciones en su nombre en los Santuarios Sagrados.



(Firmado: La Casa Universal de Justicia)
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