«Pase sin llamar»

Como los cartelitos que ponen en algunas oficinas, te invito a recorrer el blog con toda libertad y a conocerme a través de mis reflexiones cotidianas a la luz de las enseñanzas de la Fe Bahá'í. ¿Tenés un ratito? Vení a relajarte y a leerme, café de por medio. Estaré esperando tus comentarios y reflexiones para conocernos un poco más.
La idea es que en el acto de compartir la luz propia a través de nuestras palabras y convicciones, nos enriquezcamos mutuamente y podamos brillar como verdaderos soles en el mundo de la creación.
¡Bienvenid@!
mon blog

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Un Verdadero Ejército de Paz - A Real Army of Peace


41 Conferencias from Rubén Jiménez on Vimeo.
(English version at the bottom of this post)


La Casa Universal de Justicia, cabeza de la Fe Bahá'í a nivel mundial, convocó a los Bahá'ís del planeta a una serie de conferencias que están realizándose alrededor del mundo, desde principios de noviembre y hasta fines de febrero.

Hemos llegado al punto medio de estas series de conferencias, y Rubén Jiménez, del sitio Ejército de Paz de España, ha preparado un video que resume la participación de los Bahá'ís en las veinte primeras conferencias.

Si querés saber cómo los Bahá'ís estamos construyendo un Nuevo Orden Mundial en todas las ciudades del mundo, cómo estamos unidos por una misma visión, por una misma fe, por un mismo amor a la humanidad, no podés dejar de ver este video. Si querés sentir la fuerza de nuestra unión, si querés emocionarte, conmoverte y echarle un vistazo a la unidad que trae consigo el Nuevo Orden Mundial, entonces abrí bien tus ojos, hacé click en el video y prepará tu corazón...

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The Universal House of Justice, the Bahá'í Faith's head at the world level, called to the Bahá'ís living everywhere to a series of conferences whish are being held all over the world, since November to February.

We have reached the middle point of this conferences, and Rubén Jiménez, from ejercitodepaz.com, from Spain, has prepared a video showing the participation of Bahá'ís in the first twenty conferences.

If you want to know how Bahá'ís are building a New World Order, in every city of the world, in which way we are united by the same only vision, by the same only faith, by the same only love to humankind; if you want to be moved and touched, and have a glance of the inherent unity of the New World Order, then open your eyes, click on the video and prepare your heart...

English version:

41 Conferences from Rubén Jiménez on Vimeo.

sábado, 6 de diciembre de 2008

Decir Adiós






El martes, a las dos en punto de la tarde, mi perro Terri falleció.

Como bahá'í, sé que hay algunas oraciones especiales que tienen un poder tremendo, así que recité algunas de ellas repetidamente. También sé que, además de las oraciones, está la Voluntad de Dios, y que todas las oraciones actúan de acuerdo a esta Voluntad. Como yo deseaba que Terri viviera, no quería recordar esto último. Pero más allá de mi voluntad, está la Voluntad de Dios.

Oré y oré, con mucha fe. Terri seguía vivo, pero su situación no mejoraba, y yo continuaba orando y orando. Le susurraba palabras de cariño y le pedía que aguantara un poquito, que esto ya iba a pasar. Sus ojitos me miraban, pero no me veían, ocupado como estaba en soportar el dolor.

Un día antes, en la madrugada, había comenzado a agitarse y a tomar mucha agua. Lo primero que pensé fue que estaba envenenado porque hasta hacía unas horas lo había visto tranquilo y sin el menor síntoma de enfermedad. Era la madrugada del lunes ocho de diciembre. Salimos a recorrer la ciudad en busca de un veterinario. Todos los números de emergencia parecían burlarse de mi desesperación: sonaban y sonaban sin que nadie levantara el tubo desde el otro lado. Recién pude conseguir un veterinario el lunes al mediodía. El ocho de diciembre es feriado nacional en honor a la Virgen del Valle. Terri no estaba envenenado, sino constipado, y de tanto hacer fuerza, había expulsado la mucosa hacia afuera. Necesitaba una operación urgentemente, y el único veterinario que podía operar estaba de festejo con motivo de la Virgen.

A primera hora del martes, el nuevo veterinario revisó a Terri y me anunció que no podría operarlo, a menos que la inflamación cediera. Le puso una inyección y recetó compresas de té frío cada dos horas. En esas estaba yo, dándole palabras de aliento al perrito que, según mi mamá, era mi hermanito y, según yo, era mi hijo, cuando, de repente, a las dos en punto de la tarde, entendí. No se trataba de mi voluntad o de mi deseo o de mis necesidades. Todo esto es acerca de Dios y de Su Voluntad, del plan particular que Él tiene para cada uno de nosotros en todos los aspectos de la vida. Me alejé a un lugar solitario dentro de la casa y le pedí a Dios que, si era Su voluntad llevarse consigo a Terri, que lo hiciera rápido para que no sufriera más, pero que no permitiera que él muriera solo.

Cuando regresé, Terri estaba acostado en el piso. El instinto lo había llevado a buscar un lugar fresco y oscuro. Me arrodillé junto a él y volví a orar a Dios, repitiendo mi pedido. Apenas terminé mi oración, "mi hijo", como solía llamarlo todos estos años, falleció. Su corazoncito no resistió y expiró, pero antes levantó la cabeza en señal de dolor y me vio junto a él. Esta vez me miró, y me vio y escuchó las palabras de cariño que le susurraba con delicadeza y sintió las caricias sobre su cabecita y cerró los ojos y se alejó de mí para siempre.

Luego todo fue un tumulto. Gritar, correr, llorar, buscar al veterinario, reanimar, reanimar, reanimar, resignarse. Y luego todo fue quietud otra vez.

En medio de toda esta pena, me doy cuenta de que me debo una lección sobre el desprendimiento: No todas las cosas van a salir como yo quiera, no puedo controlarlo todo, no soy tan poderoso ni tan sabio como quisiera. Pero sí puedo, si me esfuerzo, ser todo lo humilde que sea necesario para aceptar la Voluntad de Dios.

Si aprendo esta lección, el sufrimiento de mi Terri y su partida quizás puedan cobrar un poco de sentido.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Conferencia Regional Bahá'í - Antofagasta '08: Cómo Empezó Todo Para Mí




El 20 de Octubre de este año, la Casa Universal de Justicia, órgano máximo que rige los asuntos mundiales de la Fe Bahá'í, envió un mensaje a todos los seguidores de Bahá'u'lláh, anunciando una serie de cuarenta y un conferencias en todo el planeta para que los Bahá'ís pudieran juntarse con el doble propósito de "celebrar las hazañas cosechadas hasta ahora" y "deliberar sobre las exigencias actuales". Con este mensaje, la Casa Universal de Justicia puso en movimiento, primero, los corazones y luego, la capacidad de inventiva de miles y miles de personas en los cinco continentes que deseaban obedecer al llamado. A partir de ese día, se originaron muchas historias, algunas inspiradoras, otras ejemplificadoras, aun otras con finales tristes y otras llenas de esperanza, esfuerzos y amistades nuevas. Todas estas historias son dignas de ser contadas y escuchadas. Todas estas historias son reales e involucran a personas reales que en este momento están caminando por algún lugar del mundo. Sin pretender nada más que sacar afuera, aunque sea inadecuadamente, todo lo que siente mi corazón, con más necesidad de contarme que de contar, relato ahora lo que sentí y lo que estoy viviendo. Esta es mi historia.


Mi primer contacto con el mensaje del 20 de Octubre fue justo un día después. Acababa de regresar de una reunión en la que varios miembros de Asambleas Espirituales Locales de mi país se habían juntado para reflexionar sobre los mejores modos posibles de aportar al progreso de la humanidad en los planos espiritual y material. Esa reunión que solo tomó un fin de semana tuvo el poder de reanimarme e iluminar mi mente, de modo que ahora entendía qué y cómo debería hacer si deseaba ser una fuente de bien común. Las ideas, que hasta entonces corrían locas de un lado al otro peleándose el primer lugar en la fila, comenzaron a acomodarse en mi mente, y opté por hacer lo mismo en todos los ámbitos de mi vida. Los días en que caminaba entre neblinas, tratando de ayudar a otros sin saber cómo, ahora tenían sentido. Ahora todo tenía sentido.

Así las cosas, regresé a Tartagal, mi ciudad, con la idea de renunciar a uno de mis trabajos y ganar más días de servicio a la Fe Bahá'í. Por supuesto, durante el largo viaje de regreso, me cuestioné cómo haría para llegar hasta fin de mes, pues aun con tres trabajos distintos, todavía debía estirar los billetes para hacerlos llegar hasta el día treinta; me pregunté en qué quedaría la tan ansiada maestría que deseaba comenzar, encima en otro país; traté de responder a la pregunta de cómo se hace para pagar luz, teléfono, cable, comida y mascota cuando apenas te alcanzará para una comida sencilla todos los días. Al lunes 20 de Octubre lo pasé feliz y analizando mis verdaderas posibilidades de renunciar al trabajo. Me surgieron preguntas, pero detrás de ellas estaba este sentimiento irreprimible de querer dedicar tiempo, fuerza y vida a levantar a la comunidad bahá'í de Tartagal. La respuesta me llegó al día siguiente, cuando abrí mi cuenta de correo y encontré una carta de la Asamblea Espiritual Nacional dando una breve introducción al mensaje enviado por la Casa de Justicia.

Comencé a leerlo con avidez, pero palabra por palabra, con la dedicación y la entrega que un niño le pone al último de sus caramelos favoritos. La carta hablaba de un "aumento en la conciencia de la eficacia" del Plan de Cinco Años, informaba sobre la preparación de los amigos en todo el mundo "para la expansión sitemática" y manifestaba la esperanza de la Casa Universal de Justicia de "presenciar una oleada de programas intensivos de crecimiento lanzados en los meses previos a Ridván del próximo año".

Todo eso me gustó. Continué destilando el azúcar de las palabras y encontré un doble reto, así que asumí que ese doble reto era para mí, venido directamente de Dios. Debía yo aprender a "identificar segmentos de la sociedad receptivos" para "compartir el mensaje de la Fe", por un lado, y "comprender en la práctica" cómo integrar todos aquellos elementos que hacen a una "pauta sana de crecimiento" de cualquier sociedad. Ya comenzaba a vislumbrar el trabajo que tenía por delante, y me gustaba. El deseo de liberar horas de trabajo para dedicarlas al servicio de la Fe se agudizó dentro mío. Las buenas noticias del primer párrafo y el desafío que Dios Mismo me planteaba comenzaron a bullir aquí adentro, como si esa azúcar, destilada a fuerza de leer y releer, ahora fuera puesta a fuego lento para exaltar su sabor. A medida que su dulce me inundaba, el aroma a triunfo me envolvía y me embriagaba. No podía hacer más que seguir leyendo, seguir libando.

Toda la carta era un llamado a servir, servir con esfuerzo. Me entusiasmé y me emocioné, al punto que el último párrafo me tomó por sorpresa. Esperaba yo una fiel promesa de oraciones en los Santuarios Sagrados, pero hubo otra cosa más. Cuando un mensaje de la Casa Universal de Justicia comience diciendo "Con el fin de ofrecer la oportunidad de...", más te vale estar sentado porque lo que sigue, de seguro te hará tambalear de la emoción. Al menos ese efecto tuvo conmigo. A esta altura mis ojos lloraban solos y sentía un levísimo ardor en los labios. "Anunciamos la convocatoria a una serie de conferencia regionales, cuarenta y una en total..." No podía más. Abrí los ojos grandes, tanto para leer bien el nombre de la ciudad que sería mi anfitriona, como para dar más espacio a las lágrimas, que ahora acudían apuradas a derramarse por amor. "Abiyán, Accra, Almaty, Antofagasta..." Demás está decir que me lloré hasta los caracteres de la carta, incluido el de los espacios, cuánto más el de cada letra llena de triunfo. Me apresuré a caer de rodillas al costado de mi cama, sabiendo no sé por qué ni cómo, que yo estaría allí, celebrando y deliberando, viendo y asumiendo, hazañas y exigencias. Con los ojos cerrados, henchido de emoción, llorando de alegría, le agradecí a Dios en oración y me levanté, todavía sin poder ver bien a causa de las lágrimas, pero con la mente clara, pensando en cómo hacer para viajar, en cómo hacer para que fueran todos.

martes, 2 de diciembre de 2008

Conferencia Regional Bahá'í - Antofagasta '08: Mensaje de la Casa Universal de Justicia a la Conferencia

Algunos de los 600 participantes que tuvo la Conferencia Regional Bahá'í en Antofagasta,
este fin de semana.



29 de Noviembre de 2008


A los Amigos reunidos en la Conferencia Regional en Antofagasta

Extendemos nuestros más amorosos saludos a los amigos de Argentina, Bolivia, Chile y Perú quienes se han reunido en esta auspiciosa ocasión para examinar los logros obtenidos durante los últimos dos años y medio y evaluar las posibilidades para el futuro. Verdaderamente, tienen mucho que celebrar. La historia de la Fe en sus países no deja duda en cuanto a la receptividad de los pueblos de su región al mensaje de Bahá'u'lláh. Su desafío, como el de tantos otros, ha sido desarrollar la capacidad para sotener la expansión a gran escala. Qué alegría nos ha traído atestiguar, particularmente en años recientes, sus pacientes y diligentes esfuerzos para enfrentar este desafío. Extrayendo de las lecciones aprendidas sobre todo por sus comunidades hermanas en América Latina, han logrado implementar en agrupación tras agrupación los elementos necesarios para poner en movimiento un proceso duradero de transformación colectiva --un proceso que puede crecer rápidamente para tocar las vidas de decenas de miles de personas en su región. Ustedes están fomentando un ambiente que conduce a la adoración comunitaria; están proporcionando educación espiritual a niños; están canalizando las energías de los pre-jóvenes y están ofreciendo la oportunidad a crecientes números de jóvenes y adultos para estudiar la Palabra Creativa y realizar actos de servicio. Y en las 14 agrupaciones donde estas actividades han sido combinadas con otros elementos para crear programas intensivos de crecimiento están alcanzando resultados notables. Que su propio proceso de aprendizaje ha avanzado considerablemente, es claro. Que están preparados para realizar un salto formidable hacia delante, es innegable.

La meta ahora ante ustedes, la de lanzar otros 14 programas de crecimiento hasta Ridván de 2009 manteniendo los 14 ya en marcha, requerirá una concentración aún mayor de esfuerzo. Al concebir planes para las semanas y meses por venir, no deberían subestimar la vasta reserva de talento y energía que representan los jóvenes entre ustedes. Estén confiados, también, que su fe y determinación, su constancia y dedicación, atraerán confirmaciones divinas. Sin importar cuán fuertes sean las fuerzas que están desgarrando la tela de la sociedad, que los lazos que los unen se mantengan firmes. Sin importar cuán oscuro sea el horizonte al que se enfrenta el mundo, que el fuego del amor de Dios encendido en sus corazones arda birllantemente. Les aseguramos nuestras más fervientes oraciones en su nombre en los Santuarios Sagrados.



(Firmado: La Casa Universal de Justicia)

domingo, 20 de abril de 2008

Soy Bahá'í




¡Mi Dios, mi Adorado, mi Rey, mi Deseo!

¿Qué lengua puede expresar mis gracias a Ti?
Yo era negligente, Tú me despertaste.

Yo me había alejado de Ti,
Tú me ayudaste bondadosamente a volver hacia Ti.

Yo era como un muerto,
Tú me vivificaste con el agua de vida.

Yo estaba marchito,
Tú me reanimaste con la corriente celestial de tu Palabra
que ha fluido de la pluma del Todo Misericordioso.

¡Oh Divina Providencia!

Toda la existencia es engendrada por tu munificencia;
no la prives de las aguas de tu generosidad
ni del océano de tu misericordia.

Te imploro que me ayudes y me asistas
en todo momento y en todas condiciones.
Y anhelo tu antiguo favor del cielo de tu gracia.

Tú eres, en verdad, el Señor de bondad y
el Soberano del reino de la eternidad.

- Bahá'u'lláh -

Hace diez años y unos cuantos meses, cuando estaba investigando sobre la Fe Bahá'í, tuve la oportunidad de participar en el Congreso del Movimiento Juvenil Bahá'í que se hizo en Chile. Mientras estuve allí, soñé con 'Abdu'l-Bahá.

En mi sueño, yo y otros más caminábamos sobre una gran rueda de madera que llevaba dos ejes en cruz. Entonces apareció un óvalo negro que flotaba en el aire, como esas puertas a otra dimensión que se ven en las películas de ciencia ficción. Era 'Abdu'l-Bahá. Sí, ya sé, no estaban su cara ni su cuerpo, pero era su voz y era Él. Cosas que tienen los sueños. La Voz me decía que debía seguir caminando sobre la rueda, y que no me saliera de ella, pues estaría perdido.

Ese congreso fue clave para mí. Por ejemplo, en esa época, yo era muy rebelde y caprichoso (lo admito, todavía me quedan resabios de ambas cosas), y si bien ya me sentía identificado con la Fe Bahá'í, no firmaba mi tarjeta de ingreso porque, decía yo, eso no cambiaba en nada mis sentimientos. Cuando mis amigos me insinuaban que debía firmar mi tarjeta de ingreso formal a la Fe, sus palabras solo lograban alentar a mi pobre alma inmadura en su terquedad. Así que cuando estuve en el congreso, hablé de esto con una consejera, y recibí una respuesta tan sencilla como contundente: yo no debía firmar mi tarjeta por nada, salvo por amor. Ella me dijo que hay cosas que nuestros padres nos piden y que a veces nosotros no entendemos. Lo mismo ocurre con Bahá'u'lláh, Quien habla a través de la Casa Universal de Justicia. La Casa de Justicia pide un ingreso formal por asuntos administrativos y estadísticos, y yo debía firmar esa tarjeta sólo cuando mi amor por Bahá'u'lláh fuera tan grande que sería capaz de obedecerlo aun sin entender Su pedido.

Eso fue todo. No había más vueltas que darle al asunto. Lo próximo fue preguntarme cuán grande era mi amor por Bahá'u'lláh y si la medida de ese amor podía llevarme a confiar en Él con los ojos cerrados.

El 21 de Abril de 1998, a las cinco de la tarde, me encerré en mi cuarto, solo yo y mi tarjeta de ingreso. A solas con Bahá'u'lláh. En medio del silencio y la solemnidad, ofrecí una oración y firmé donde decía que soy un seguidor de la Gloria de Dios. Con todos mis sentidos concentrados en ese momento de magia personal, aceptaba a Bahá'u'lláh como el Mensajero de Dios para esta época, reconocía sus enseñanzas, las entendía y me sometía a ellas. Mi mente asistía, con todos sus poderes, a mi propio nacimiento, una nueva creación de mí.

Varios meses después, estando solo en mi cuarto, comencé a llorar porque tenía problemas que me estaban asfixiando. Esta vez, la soledad del cuarto me ahondó más la pena y el sentido de abandono. Entonces pensé en Bahá'u'lláh y en lo que significaba ser Bahá'í. Hasta entonces, mi mente había entendido con claridad lo que implicaba ser Bahá'í, pero sucedió algo mientras la tristeza se hacía lágrimas: sentí a Bahá'u'lláh abrazándome suavemente, como cuando un papá abraza a su hijo porque quiere aliviarle el dolor. ¡Él estaba ahí! Yo seguí llorando, esta vez de emoción, porque por fin mi corazón sentía lo que mi mente ya había entendido: que era un hijo de Dios, que no estaba solo, que nunca lo estuve. Supe y sentí que era un seguidor de la Gloria, un Bahá'í.

Sé que no soy el mejor hijo que Dios ha tenido, y que todavía sigo mudando de piel, unas veces con más o menos dolor y dificultad que otras. Pero estoy aquí, de pie. Y como dice la oración, sea lo que yo sea, aun soy Su hijo.

viernes, 11 de abril de 2008

Aprendamos A Leer - Yah’ Yin A Nayij



El siguiente artículo apareció en algunos periódicos de la provincia de Chaco. Fue escrito por Lecko Zamora, perteneciente al pueblo Wichí, en marzo de 2008.


La lectura es esencial en la vida de cada ser humano
Y la lectura
no es solo del ser humano, sino de cada criatura que tiene vida.
Para poder desarrollarse depende de su lectura en su medio y en la vida
Para el ser humano hay dos libros, el libro de la naturaleza
y el libro de la revelación del Gran Espíritu.

Nuestros pueblos indígenas fueron sabios por excelencia en la lectura de la naturaleza.
A través de nuestros sabios, los Hayawu, los Piogonak,
conocidos como shaman, leían los sueños, las estrellas, los espíritus, la hoja de coca,
los cantos de las aves. Por esa lectura aprendimos a convivir con el medio ambiente,
ellos en sus reuniones alrededor de un fuego nos enseñaban a leer.

Juntos, quemando ignorancia, nos instruían en el aprendizaje de la lectura
creando alas a nuestra imaginación, a nuestra conciencia y a nuestro espíritu.
Nuestros mayores de mi Pueblo Wichí fueron nuestros alfabetizadores,
padres, hermanos, tíos y en especial nuestros abuelos.
Aprendimos a leer el monte y así comprender que en él sus criaturas

Tienen su razón de ser y su utilidad, y así las transformamos en medicina o en alimento.
En el río leemos que cada pez tiene una forma particular de nadar,
Los cantos y las melodías de las aves nos transmiten mensajes.
También aprendemos que los adornos en nuestros tejidos son mensajes.
Ellos, los sabios, leen nuestros rosotros y nuestros espíritus y también son nuestros libros.

La lectura es una magia, un poder y un talismán.
Magia porque un conjunto de signos producen palabras y palabras,
tienen poder que influyen en nuestros espíritus y en las mentes de los demás,
y muchas veces como un talismán nos protegen de cometer errores que hasta podrían costar nuestras vidas.

Es verdad, la lectura es muy importante en este mundo lleno de diversidades.
Cada pueblo tiene una forma de leer la vida y eso es bueno saber y respetar.
Pero hoy es un tiempo en el que de una u otra manera nos hemos acercado
alrededor del fuego de la vida, y juntos debemos instruirnos
en la lectura que mueve al mundo como sangre vital.

Aprender a leernos es un reto al cual estamos llamados en este Día
para lograr construir una sociedad justa y equitativa,
y para esto es necesario informarnos.
Una de las maneras más importantes para informarnos e instruirnos
es aprender a utilizar esta otra herramienta que es la lectura
de libros, de periódicos, de internet.

Muchos de los saberes hoy día se encuentran a través de esta otra forma de lectura.
Leer es una forma de liberarnos y liberar muchas cosas.
Leer los textos nos lleva a una transformación.
Leer nos transporta y nos hace conocer el pasado, el presente y hasta el futuro.
Leer da un significado especial a los libros.

Leer es dar vida a los escritos y a sus autores.
Leer es compartir lo leído es alimentar nuestro cuerpo mental y espiritual.
Leer y meditar los escritos es hablar con el libro.
El libro siempre nos está esperando.
El libro es un buen compañero,
El libro es un gran maestro.

La lectura es importante para crecer y creer.
Si sabemos leer podemos leer para nosotros y para otros,
pero creo que es mejor para nosotros y para los otros enseñar a leer.
Compartir los libros y brindar libros es un acto de generosidad y altruismo,
Así aprenderemos a leernos mejor.

En Wichí leer se dice «yah'yen», que quiere decir «Mirar Profundo».
Viene de la palabra «yah'hene», advertir, prevenir, avisar o instruir.
Su raíz es «yah'yin», ver mirar, observar, y según como se pronuncie significa mirar con cuidado y prevención.
Así, cuando nosotros despedimos a alguien que transita, que se va,
le decimos «yah'yin a nayij», «mira tu camino», lee la vida.

Quizás ahora podamos agregar "lee libros".

viernes, 4 de abril de 2008

¿Te Animás a Ser Un Zaje?

«En pocas palabras, todo esfuerzo y dedicación realizados por una persona con todo su corazón, es adoración, si están inspirados en motivos elevados y el deseo de servir a la humanidad. Esto es adoración: servir a la humanidad y proveer las necesidades de las gentes. El servicio es oración.»

Abdu'l-Bahá


En los medios de comunicación, en la calle, en ámbitos académicos, en las conversaciones cotidianas... Por todos lados puede escucharse quejas sobre la condición cada vez más crítica de la humanidad. Muchas quejas, muchos reclamos, pero muy pocas manos levantadas a la hora de ofrecerse a hacer algo para cambiar esta condición; muy pocas caras en el campo del servicio humanitario, muy pocas personas realmente trabajando por un verdadero desarrollo comunitario.

La postal de arriba fue creada por un círculo de estudio de Buenos Aires como un acto de servicio a sus pares. Se trata de un grupo de amigos que se juntó para hacer el curso sobre la dimensión espiritual del ser humano llamado "El Brillo de la Vida del Espíritu".

El curso entero consiste en una reflexión conjunta sobre tres temas: el uso de los escritos sagrados de la Fe Bahá'í como alimento para el alma, la oración como vía de conexión con lo más sagrado e íntimo de la vida, y el verdadero significado de la muerte y de la vida, puesto en perspectiva. Todo el curso está diseñado para ayudar a un (re)despertar de la espiritualidad, sin importar el origen religioso de los participantes.

Este grupo de amigos bautizó a su círculo de estudio con el nombre de SerUnZaje. La historia de los Zajes es muy bonita e inspiradora, y está narrada en la postal de arriba. SerUnZaje armó y envió postales como esta durante un año entero a muchísimas personas en todas partes del mundo. Muchos de los que las recibimos encontramos en estas postales una forma de mantenernos conectados espiritualmente y un oasis de tranquilidad en medio del ritmo vertiginoso de la vida moderna.

Para acceder desde aquí a la versión en español de todas las fotos que SerUnZaje repartió durante un año, podés hacer click en la imagen de arriba o verlas al costado, bajo el título «Palabras del Alma», donde están pasando como diapositivas. Haciendo click sobre cualquiera de ellas se puede acceder a la galería de Picasa que alberga todas las fotos en español.

El curso "El Brillo de la Vida del Espíritu" brindó a SerUnZaje el espacio adecuado para la creación de las postales como un emprendimiento de servicio comunitario.

Este curso se ofrece gratis en todo el mundo a través de los institutos de formación que llevan adelante las comunidades Bahá'ís en todos los países. "El Brillo de la Vida del Espíritu" forma parte de una secuencia de cursos cuyo propósito es fortalecer a las bases para crear verdaderos núcleos de comunidad en los que la participación y el sentido de unidad son sus notas características. A través de la secuencia, los participantes van tomando conciencia del lugar que ocupamos en la Tierra como seres humanos y van desarrollando capacidades para el progreso de la vida comunitaria. Con estos cursos se promueven la inclusión social y una visión orgánica y sistémica de la sociedad, en un ambiente de camaradería en el que cada uno puede expresar sus propios talentos y capacidades para la construcción de estos núcleos de vida comunitaria.

Para más información sobre los círculos de estudio o sobre cómo iniciar uno con tus amigos o con personas nuevas cerca tuyo, hacé clic en el siguiente vínculo y buscá tu país en la lista:

http://www.bahai.org/national/amr

En Argentina:
http://bahais.weebly.com/ (para Buenos Aires, CF)
http://nurenquilmes.tripod.com/ y http://quilmesdelagloria.weebly.com/ (para Quilmes y el Gran Buenos Aires)
http://www.bahai.org.ar/ o instituto@bahai.org.ar (para el resto del país)

En España:
http://www.bahai.es/articulos/actividades

En Estados Unidos:
http://contact.bahai.us/ (en inglés)

sábado, 29 de marzo de 2008

Investigar + Practicar = Ser Mejor

Un hombre fue a una barbería a cortarse el cabello, y entabló una conversación con la persona que lo atendió. De pronto, tocaron el tema de Dios.
El barbero dijo:
_Yo no creo que Dios exista, como usted dice.
_¿Por qué dice usted eso? - pregunto el cliente.
_Es muy fácil, al salir a la calle uno se da cuenta de que Dios no existe. O dígame: ¿acaso si Dios existiera, habría tantos enfermos? ¿Habría niños abandonados? Si Dios existiera, no habría sufrimiento ni tanto dolor para la humanidad. No puedo pensar que exista un Dios que permita todas estas cosas.
El cliente se quedó pensando, y no quiso responder para evitar una discusión. Al terminar de cortarse el cabello, el cliente salió del negocio y vio a un hombre con la barba y el cabello largo.Entró de nuevo a la barbería y le dijo al barbero:
_¿Sabe una cosa? ¡Los barberos no existen!
_¿Cómo? Si aquí estoy yo.
_¡No...! -dijo el cliente- No existen, si existieran no habría personas con el pelo y la barba tan larga como la de ese hombre.
_Los barberos sí existen, es que esas personas no vienen hacia mí.
_¡Exacto! -dijo el cliente-. Ese es el punto: Dios sí existe, lo que pasa es que las personas no van hacia Él y no le buscan, por eso hay tanto dolor y miseria.
El cliente se fue y el barbero, que antes había aceptado muchas ideas por tradición, ahora se quedó pensando.

Muchas veces, actuamos del mismo modo que el barbero del cuento, aceptando ideas poco pensadas simplemente porque nos las enseñaron nuestros padres, la escuela o algunos seres queridos. Los humanos somos los únicos seres vivos que tenemos libre albeldrío y razonamiento profundo, sin importar el grado de instrucción recibida. Aceptar ideas ajenas sin pasarlas por el tamiz de nuestro propio razonamiento es desmerecer nuestras capacidades intelectuales y espirituales, es el acto de negarnos a nosotros mismos por no hacer valer nuestra doble naturaleza material y espiritual.

Uno de los principios fundamentales de la Fe Bahá'í es la libre investigación y aplicación de la verdad. Esto es un derecho humano básico, el motor que nos lleva a la prosperidad y el engrandecimiento colectivos. Este principio involucra las dos caras de una misma moneda, un derecho y una responsabilidad al mismo tiempo: el derecho a buscar, conocer, aprender, investigar por nosotros mismos y libres de toda presión e influencia no solicitada, y la responsabilidad de ser coherentes y poner en práctica aquéllo que por nosotros mismos descubrimos como una verdad. Así que mi intensión en esta oportunidad es dejarte pensando en las veces en que hemos caído en el facilismo y la engañosa comodidad de dejarnos llevar por lo que los demás dicen, y tratar de identificar situaciones para revertir este hábito vicioso en el que, dicho sea de paso, yo mismo he caído varias veces.

Y a propósito del cuento, para muchos la existencia de Dios es una cuestión resuelta, pero para otros es un tema pendiente. Desde mi humilde experiencia personal como ex-ateo que buscaba gatos negros inexistentes en un cuarto oscuro con los ojos vendados, puedo decir que lo referido a Dios no debe ser analizado solamente con nuestras capacidades intelectuales; falta prestar atención a nuestros sentidos espirituales, lo que se vuelve un gran desafío para muchos que todavía arrastran -a conciencia o sin saberlo- las limitaciones materialistas y positivistas que nos impuso la educación tradicional. Es uno de los desafíos más fuertes que muchos podamos enfrentar, pero es, con toda convicción, el desafío que más nos acercará a un nivel de conciencia superior y a una versión mejorada de nosotros mismos.

Les agradezco a dos Elizabeth, mi amiga de Perú y mi amiga de Bolivia, que me hicieron llegar el cuento por mail, y le agradezco a quien lo haya escrito, pues creó un excelente disparador para reflexionar sobre uno de los temas más discutidos de la humanidad.

Ya sea que esta entrada te haya gustado o no, coincida con tus ideas o no, dejame un comentario y vamos a charlar un rato. Dame la oportunidad de seguir ampliando mi verdad a través de vos.

jueves, 20 de marzo de 2008

Dos Regalitos de Año Nuevo

Es la noche del 20 de marzo. Durante todo el día de hoy, a medida que iba oscureciendo en diferentes partes del mundo, los Bahá'ís fueron finalizando su ayuno de diecinueve días para recibir el año nuevo Bahá'í.

Hoy estuve todo el día pensando en esto del poder de la unidad. Al rededor de siete millones de personas, de orígenes culturales y raciales muy diversos, están unidas en una celebración de significados espirituales, lo que demuestra que más allá de las diferencias que se ven en la superficie de la raza humana, ésta es una sola e integrada por fuertes lazos espirituales. Si aprendemos a usar estas cualidades de unidad y unicidad, podremos lograr un verdadero progreso en todas las esfera de la vida. Y así, simples átomos como somos en este universo infinito, podremos experimentar la grandeza de convertirnos cada uno en soles que irradien una luz y un calor de naturaleza divina. Los Bahá'ís sabemos que esto es posible ¡y lo estamos logrando!

Aquí les dejo dos regalitos, uno en inglés, al que se puede acceder haciendo clic AQUÍ y el otro en español, que se puede ver abajo. Se trata del Más Grande Nombre dentro de una estrella de nueve puntas, símbolo de la Fe Bahá'í.

domingo, 16 de marzo de 2008

¿Qué Es La Fe Bahá'í?*

Entrada al Santuario del Báb, en Tierra Santa,
epicentro administrativo y espiritual de la Fe Bahá'í.


La Fe Bahá'í es una religión mundial cuyo propósito es unir a todas las razas y pueblos en una Causa Universal y en una Fe común. Los Bahá'ís son los seguidores de Bahá'u'lláh, y creen que Él es el Prometido de Todas las Épocas. Como es sabido, las tradiciones de casi todos los pueblos contienen la promesa de un futuro en el cual la paz y armonía serán establecidas en la tierra y la humanidad vivirá en prosperidad. Creemos que la hora prometida ha llegado y que Bahá'u'lláh es el Gran Personaje cuyas Enseñanzas permitirán que la humanidad construya un nuevo mundo. En uno de sus escritos Bahá'u'lláh dice:

«Lo que el Señor ha ordenado como el supremo remedio y el más poderoso instrumento para la curación del mundo entero es la unión de todos los pueblos en una Causa Universal, en una Fe común.»
Una de las enseñanzas que nos dejó Bahá'u'lláh es sobre Dios y nuestra relación con Él. Bahá'u'lláh nos enseña que Dios es incognoscible en Su Esencia. Esto quiere decir que no debemos hacer imágenes mentales de Dios, pensando en Él, por ejemplo, como si fuera un hombre. En términos generales, lo que ha sido creado no puede comprender a su creador. Por ejemplo, una mesa no puede entender la naturaleza del carpintero que la construyó. La existencia del carpintero es completamente incomprensible para los objetos que construye.

Dios es el Creador de todas las cosas. Él ha hecho los cielos y la tierra, con sus montañas y valles, sus desiertos y sus mares, sus praderas y sus árboles. Dios ha creado a los animales y Dios ha creado al ser humano. La razón tras nuestra creación, nos dice Bahá'u'lláh, es el amor. Él dice así:

«¡Oh Hijo del Hombre! Amé tu creación por eso te creé. Por tanto, ámame para que mencione tu nombre y llene tu alma con el espíritu de vida.»
Entonces, aunque la existencia de Dios está más allá de nuestra comprensión, Su amor toca nuestras vidas y nuestros seres incesantemente. La forma por medio de la cual Su amor fluye hacia nosotros es Su Eterno Convenio. De acuerdo con Su Etenerno Convenio, Dios nunca nos deja solos y sin guía. Cuando la humanidad se aleja de Él y olvida Sus Enseñanzas, la Manifestación de Dios aparece y nos da a conocer Su Voluntad y Propósito.

La palabra "manifestar" significa revelar, traer a la luz algo que no se conocía antes. Las Manifestaciones de Dios son esos Seres especiales quienes revelan a la humanidad la Palabra y la Voluntad de Dios, entonces, cuando les escuchamos, estamos respondiendo al Llamado de Dios.

Hay un ejemplo en el mundo físico que nos ayuda a comprender el concepto de "Manifestación" como lo enseña Bahá'u'lláh. En este mundo, el sol es la fuente de todo el calor y la luz, sin los cuales no existiría la vida sobre el planeta. Sin embargo, el sol no desciende a la tierra y si tratáramos de acercarnos a él nos consumiría totalmente.

Pero supongamos que tomamos un espejo bien pulido y lo apuntamos hacia el sol. En él veremos la imagen del sol, y cuanto mejor pulido esté el espejo, más perfecta será la imagen que refleje. Las Manifestaciones de Dios son como Espejos perfectos que reflejan la Luz de Dios en todo su Esplendor. Y todos estos Espejos reflejan la misma Luz. Mientras que Dios está fuera de nuestro alcance, estos Seres perfectos llegan a nosotros de tiempo en tiempo, viven entre nosotros, nos dan guía y nos llenan de la energía que necesitamos para progresar, material y espiritualmente.

Muchas personas, entre ellas seguramente vos, son afortunadas de haber sido criadas de acuerdo con las Enseñanzas enviadas por Dios a la humanidad hace unos dos mil años por medio de Su Manfiestación, Cristo, cuya estación es la de Hijo de Dios. Ahora vos podés recibir las Enseñanzas de una nueva Manifestación, Bahá'u'lláh, cuyo título significa la Gloria de Dios. Las Enseñanzas de Bahá'u'lláh están en perfecta armonía con las Enseñanzas de Cristo, pero responden a la condición en que se encuentra la humanidad hoy día. Si pensás un momento en la condición crítica de la humanidad, estoy seguro que estarás de acuerdo en que el momento es apropiado para que haya aparecido una nueva Manfiestación de Dios. Permitime compartir un pasaje de los Escritos de Bahá'u'lláh que habla sobre el Día en que vivimos:

«Este es el Día en que los más excelentes favores de Dios han sido derramados sobre los hombres, Día en que Su poderosísima gracia ha sido infundida en todas las cosas creadas. Incumbe a todos los pueblos del mundo reconciliar sus diferencias y, con perfecta unidad y paz, morar bajo la sombra del Árbol de Su cuidado y amorosa bondad.»
Tal vez quieras preguntar algo sobre la Fe Bahá'í o sobre esta primera enseñanza de Bahá'u'lláh, acerca de Dios y nuestra relación con él. Si es así, dejame tu comentario y estaré feliz de que podamos iniciar un diálogo sobre lo que he presentado aquí.

¿Qué pensás de lo que he dicho hasta ahora?


* Presentación adaptada de Libro 6. Enseñemos la Causa, un curso sobre la vida espiritual y sus grandiosas implicaciones, ofrecido por las comunidades Bahá'ís de todo el mundo.

miércoles, 12 de marzo de 2008

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Anoche pasé un rato muy agradable con un nuevo amigo, y entre pizzas y gaseosa, hablamos de muchas cosas. Uno de los temas que tocamos fue la religión y la experiencia que este amigo tuvo con una en particular. La charla, por demás rica e iluminadora, me hizo pensar luego en la relación que hay entre ciencia y religión.

Tradicionalmente, se ha concebido a la ciencia y la religión como dos elementos escindidos y hasta enfrentados. Esta supuesta división, considerada durante muchas generaciones como una verdad establecida, desde hace varios años está siendo cuestionada y, gracias a Dios, superada, al revisar la historia de Occidente con nuevos ojos.

Durante la Edad Media, la Iglesia concentró el conocimiento, lo que le permitió erigirse como fuente de la verdad y, por tanto, como fuente de guía social. Cualquier problema era estudiado a la luz de las enseñanzas dejadas por Aristóteles y la Biblia. Por supuesto, las coyunturas surgidas en la Edad Media generaban problemas y cuestionamientos que ni Aristóteles ni la Biblia los habían considerado, algo comprensible si se toma en cuenta que tanto el libro sagrado como las enseñanzas del filósofo habían aparecido varios siglos atrás y para culturas diferentes a las de la Europa medieval.

Pero el monopolio de la verdad que ostentaba la Iglesia en la Edad Media la llevó a cometer varios excesos que quedaron registrados en la historia de la humanidad. La venta de perdones por adelantado, el mantenimiento de grandes masas en el analfabetismo y la ignorancia, el abuso de poder, la violencia y crueldad del Santo Oficio -el brazo más cruel que ha tenido el catolicismo- entre otros excesos, unidos a la invención de la imprenta y a un nuevo despertar espiritual que se manifestó en las artes y las ciencias, fueron factores importantes que determinaron el alejamiento de la religión, considerada ahora una fuente de dogmas y creencias ingenuas, y el consecuente acercamiento a la ciencia, que comenzaba a florecer y a manifestarse en diversos campos.

Con el paso de los años, la ciencia fue ganando toda la confianza que la religión perdía, acreditándose el sello de ser la verdadera fuente de conocimiento y progreso. No tardó la ciencia en mostrar sus limitaciones, pues había terrenos de la vida humana en los que los instrumentos científicos eran insuficientes e inútiles. Optó entonces por desdeñar y marginar estos aspectos que reclamaban atención. La ciencia podía explicar el origen fisiológico de una lágrima, pero no la realidad del amor o de la pena; podía determinar causas y modos de un deceso, pero no qué pasaba con la vida después de la muerte, podía describir leyes de convivencia, pero no la realidad espiritual del hombre.

Así, la humanidad osciló entre un extremo y otro, en busca del progreso. No puede decirse, sin embargo, que fueron éstos años perdidos. Los tropiezos que hemos tenido como humanidad, los errores que hemos cometido han sido pasos dados durante la etapa de adolescencia colectiva. La humanidad está dándose cuenta de que pendular entre un extremo y otro no es el camino que llevará al progreso. Más bien, cada vez son más las personas que participan en este nuevo despertar de la conciencia y pueden ver que la ciencia y la religión son las dos fuentes de conocimiento y progreso, ambas legítimas y complementarias, con que cuenta la humanidad. Este nuevo despertar está marcando la entrada del conjunto humano en su etapa de madurez colectiva.

Comienza una nueva hora para la humanidad y es responsabilidad de cada uno preguntarse de qué lado está: si se ha de permanecer y morir en los últimos minutos del pasado o si se ha de entrar a la nueva hora, al nuevo Día de la madurez humana desde su primer minuto. Y en este asunto no hay tiempo que perder. La hora cero ya ha comenzado.

domingo, 9 de marzo de 2008

La Otra Mitad

Dice 'Abdu'l-Bahá:

Y entre las enseñanzas de Bahá'u'lláh está la igualdad de las mujeres y los hombres. El mundo de la humanidad tiene dos alas: una es la mujer y la otra es el hombre. Hasta que ambas alas no se hayan desarrollado igualmente, el pájaro no podrá volar. Si un ala fuera débil el vuelo es imposible. Hasta que el mundo de la mujer no llegue a ser igual al mundo del hombre en la adquisición de virtudes y perfecciones, no se podrá alcanzar el éxito y la prosperidad como debiera ser.

En todas las religiones existe la figura de una mujer cuyo carácter es fuente de inspiración para los feligreses de todas las generaciones. El cristianismo, por ejemplo, cuenta con María, la madre de Jesús, y con María Magdalena; el Islam tiene a Fátimih, la hija del Profeta. En la Fe Bahá'í también hay varias mujeres cuyos esfuerzos, sacrificio, carácter, devoción y amor a Dios las posicionan en lugares de honor y relieve.

Hoy es el Día Internacional de la Mujer, y quisiera celebrar este día recordando a una de las mujeres que fue precursora del principio de igualdad de derechos y responsabilidades para el hombre y la mujer, alguien que, en un contexto cultural de machismo y opresión, arriesgó su vida para conferir a la mujer el lugar que merece en la humanidad. Ella es Tahirih, una poetisa y erudita Bábí de deslumbrante conocimiento y sabiduría que vivió y murió en Persia, lo que hoy es Irán, en el siglo XIX. Tahirih defendió los derechos de la mujer en un lugar y en un momento en el que los movimientos de liberación femenina eran impensables. Arriesgó su vida por sus principios y con una visión espiritual y certera, desafió la estrechez de mente de la época. Su iluminación venía de las enseñanzas religiosas del Báb, el Precursor de Bahá'u'lláh, y su fe, coraje y determinación en trabajar por el progreso de la mujer le costaron la vida y le valieron el título de mártir.

«Los Rompedores del Alba», un libro que recoge la historia Bábí, narra a través de la voz de una de sus amigas las condiciones de su martirio y recuerda de la siguiente manera a esta noble alma, a quienes los hombres y las mujeres de la época actual le debemos tanto, aún sin saberlo:

«Al contemplar sus bienes terrenales, medité sobre las circunstancias de su vida llena de acontecimientos, y recordé, maravillada, su intrépido coraje, su celo, su alto sentido del deber y su inquebrantable devoción. Recordé sus dotes literarias, y pensé en los encarcelamientos, la vegüenza y la calumnia que había tenido que afrontar con fortaleza tal como ninguna otra mujer en su país podía manifestar. Me imaginé aquel rostro atrayente que, desgraciadamente, se encontraba ahora sepultado bajo una masa de tierra y piedras. El recuerdo de su apasionada elocuencia enardeció mi corazón, mientras repetía para mí las palabras que con tanta frecuencia habían caído de sus labios. La consciencia de la vastedad de sus conocimiento y su dominio de las Sagradas escrituras del Islam, pasó por mi mente con rapidez desconcertante. Sobre todo, su apasionada lealtad a la Fe que había abrazado, su fervor al defender su causa, los servicios que le rindió, los sufrimientos y tribulaciones que había padecido por su causa, el ejemplo que había dado a sus seguidores, el ímpetu que había dado a su difusión, el nombre que se había conquistado en el corazón de sus compatriotas, todo esto lo recordé mientras permanecí de pie al lado de su cofre, pensando qué podría haber inducido a esta mujer tan grande a abandonar todas las riquezas y honores con que había estado rodeada y abrazar la causa de un joven desconocido de Shíráz. ¿Cuál sería el secreto, pensé, del poder que la arrancó de su hogar y de sus familiares, que la sostuvo durante su tormentosa carrera y que finalmente la llevó al sepulcro? ¿Podría ser esa fuerza, pensé, de Dios? ¿Sería acaso que la mano del Omnipotente había guiado sus pasos por la ruta, llena de peligros, de su vida?»
Así como Tahirih entregó su vida por una Causa universal que apenas estaba en sus albores, le siguieron muchas otras mujeres que viajaron por el mundo y soportaron aflicciones, incomodidades y peligros con el fin de mejorar la condición de la mujer en la tierra. Son muchas y cada una brilla con luz propia; cada una dejó el mundo mejor de lo que lo encontró cuando llegó a él. Ellas, como heroínas anónimas, buscaron y buscan el progreso de la humanidad. Con un sentimiento de unidad hacia los hombres, se convierten en las alas que permiten al pájaro de la humanidad remontarse a sus alturas de progreso. A todas ellas, las que están y las que ya partieron, a mi madre, mi héroe personal, va mi reconocimiento y tributo.

viernes, 7 de marzo de 2008

Un regalito


Bahá'u'lláh, la Manifestación de Dios para esta época, dice que la oración obligatoria es la luna en el cielo de la religión, y el ayuno es su sol. Pensemos un momento en la potencia y el poder de este "sol", que tan solo diecinueve días de ayuno, alcanzan para alumbrar la vida espiritual de todo el año.

En este mismo momento, hay millones y millones de personas en todo el universo, simpatizantes de la Fe Bahá'í y, principalmente los miembros de ella, que están dejándose alumbrar por los rayos radiantes y revivificadores del ayuno bahá'í. A ellos les obsequio la siguiente postal creada por SerUnZaje, un círculo de estudio de Buenos Aires que compartía diariamente pasajes de los escritos bahá'ís con gentes de todo el mundo y en tres idiomas. Aquí, una cita alusiva al ayuno.




Deseo de todo corazón que este sol de fuerza y poder derrame sus rayos poderosos sobre todos nosotros y nos anime a levantarnos y servir a la humanidad con total desprendimiento de todo, salvo de Dios.


domingo, 2 de marzo de 2008

El Ayuno Bahá'í

Desde el 26 de febrero hasta el 1 de marzo, los Bahá'ís estuvimos dedicados al obsequio de regalos, al servicio y a la hospitalidad. Esos días son conocidos como los Ayyám-i-Há, es decir, los Días Intercalares. Ahora, los Bahá'ís de todo el mundo estamos entrando al período de ayuno. Se trata de diecinueve días en los que más de cinco millones de personas de todas las culturas y de todos los países del mundo, unidas por la fuerza de una religión universal, se centran en la meditación, la oración y los reajustes necesarios que deben hacer en sus vidas, a fin de disfrutarlas más plenamente y mantenerlas en armonía con Dios. Al finalizar el ayuno, en la víspera del 21 de marzo, los Bahá'ís de todo el mundo festejaremos Naw-Rúz, el Año Nuevo Bahá'í.

El ayuno bahá'í consiste en abstenerse de comer y beber desde la salida hasta la puesta del sol, de modo que los Bahá'ís que estamos ayunando nos levantamos temprano, nos alimentamos bien y recibimos el día ofreciendo oraciones y meditando sobre los escritos sagrados. Durante el resto del día cumplimos con nuestras obligaciones y nos enfocamos en desarrollar más nuestra vida espiritual, algo que también hacemos el resto del año, pero que en estos diecinueve días, por ser días de ayuno ordenado por Dios, guardan una significación y un poder mayores. Al ponerse el sol, rompemos el ayuno con una comida, a gusto de cada cual.

Este ayuno es, en realidad, un símbolo y un recordatorio: la idea es privarse por unas horas del alimento físico y llenar el alma con el alimento espiritual; la idea es recordar que, así como nos privamos de la comida, debemos privarnos también de los deseos de la carne; la idea es tener presente que a nuestro alrededor hay gente que sufre el año entero la falta de alimento, y que nosotros podemos hacer algo para aliviar su sufrimiento.

El ayuno bahá'í es vivido de un modo muy especial por quienes lo hacen. Sé de personas que, sin necesidad de ser Bahá'ís, lo practican porque encuentran que les trae beneficios físicos y espirituales. Es que no es poca cosa que, al mismo tiempo, en todo el planeta, cinco millones de personas estén íntimamente comprometidas con una práctica ordenada por Dios. Necesariamente, esta unidad de acción genera una energía espiritual que envuelve al mundo y se siente en el corazón de quienes están ayunando.

De modo que mañana comienza el primer día de mi décimo año de ayuno. Me siento agradecido a Dios por ser parte de esta familia que no conoce fronteras ni prejuicios y pienso que, aunque queda una enorme masa de la población mundial caminando en la oscuridad de la ignorancia y hundiéndose en las arenas movedizas del fanatismo, hay sin embargo una energía espiritual que libera el proceso mismo del ayuno que se potencia por el esfuerzo diario de cada persona por ser lo mejor de sí mismo. Pienso que, mientras hay personas y gobiernos alentando las guerras, el hambre y la corrupción, hay también una nueva raza de hombres y mujeres que son "como las olas de un solo mar", y que su unidad está encendiendo los corazones de sus pares y uniéndolos en su Causa de amor.

Sé que cuantas más personas ofrezcamos de corazón este ayuno renovador -que, en definitiva, es un regalo de Dios para nuestro crecimiento espiritual-, más luz arderá en el mundo y menos sufrimiento habrá en él. Sé que este ayuno será muy beneficioso para mí como cada año lo ha sido. En estos días, me gusta pensar que no estoy solo, que en todo el mundo, en todas las ciudades, hay alguien que está encendiendo la mecha de la unidad con su propio ayuno. En todas las naciones hay corazones ardiendo como antorchas, hay seres humanos incendiándose en el fuego del amor a Dios. Y eso me da esperanzas. ¿A vos no?

«Si es tu deseo,
hazme crecer como la tierna hierba
en los prados de tu gracia
para que las suaves brisas de Tu voluntad
me conmuevan y me inclinen
en conformidad con Tu agrado.»
- Bahá'u'lláh -

martes, 26 de febrero de 2008

De Arequipa, Una Mujer y El Poder De La Fe

Hoy me pasó algo lindo. Gracias a internet pude contactarme con mi amiga Elizabeth después de muchos años.

Elizabeth y yo nos conocimos en mi paso por Arequipa, la "ciudad blanca" que me dejó hechizado por su belleza y por el olor del sillar, que la envuelve y la impregna y la devora hasta volverlo inolvidable. Este olor, surgido de lava volcánica calcinada hace cientos de años, se mete en todos los espacios de Arequipa, en sus calles, en sus palacios, en sus plazas, y se vuelve uno con la ciudad, como el olor de los cafecitos que inundan Buenos Aires, o como el olor de fruta fresca que impregna a Cali.

La primera vez que estuve en Arequipa, llegué solo a la ciudad para unirme a unos amigos que viajaban por varios países. Allí conocí a Elizabeth: la tez blanca de los jazmines, la fronda de sus cabellos, como margaritas del campo dueñas de sí mismas, la voz de nena y la piel de cielo y rosas. Estaba en la universidad y era amiga de mi amiga Sandra, así que por ella nos conocimos, en medio de festejos, fotos y paseos. Me parece que fue hace poquito, unos meses nomás, cuando Elizabeth, Sandra, yo, todos, nos reíamos por las calles de Arequipa y el tiempo se detenía para darnos chances de disfrutar el momento. Pero no pasó recién, fue hace años.

Anoche, mientras creaba el primer blog de mi vida, llegué de una manera totalmente azarosa a un mensaje de Elizabeth en un sitio desconocido y de nombre raro. Ella buscaba al amigo perdido, pero él la encontró a ella, y los recuerdos lo encontraron a él.

Lo más curioso de esto es que hace varios días estuve pensando en Elizabeth, y preguntándome qué sería de su vida. Es llamativo que ambos estemos pensando el uno en el otro casi al mismo tiempo, cuando, aparentemente, no hay nada lógico que nos induzca a ello. Llamativo, pero perfectamente posible. Y lógico.

Hay un por qué en todo esto, y es fácil entenderlo una vez que tomamos conciencia de lo que verdaderamente somos los seres humanos. La física cuántica afirma que todo está hecho de energía y que, en cierto nivel, no existe lo material, lo sólido, sino que todo este universo -nosotros, las cosas, la tierra, todo- es pura energía aglutinada y en constante movimiento. En este sentido, es fácil entender que la energía liberada por Elizabeth en su deseo de encontrarme se conectó con la mía y simplemente nos encontramos, porque ambos formamos parte de este todo que es el universo y somos uno con él. Una explicación simplista, podrían decir algunos, pero, cuidado, no confundamos lo simplista con lo simple y lógico. Esta liberación de energía para atraer lo que se desea concuerda con otras experiencias que tuve en mi vida, en las que, animado a lograr algo, lo imaginaba con tanta fuerza y convicción que terminaba ocurriendo. Esto nos ocurre a todos, no solo a mí, y es algo grandioso y sencillo a la vez. Se llama fe.

Dice Bahá'u'lláh que la fe es "conocimiento puesto en acción". Si creemos firmemente en algo, aún cuando ese algo no esté manifiesto en este mundo contingente, y si actuamos en consecuencia, es decir, como actuaríamos si ya tuviéramos/fuéramos/hiciéramos aquello en lo que creemos, entonces ese algo se manifiesta en el mundo contingente, atraído por la energía liberada al universo.

Los últimos experimentos científicos indican que el cerebro no distingue entre lo que se vive y lo que se imagina, y registra ambas acciones como una misma experiencia. Este descubrimiento nuevo sigue, efectivamente, la definición de fe que Bahá'u'lláh ya ha dado hace más de cien años: cuando actuamos como si lo que deseamos ya se hubiera dado, estamos instruyendo al cerebro para que busque los medios necesarios para vivenciar en el mundo contingente lo que ya vivimos en el mundo ideal. Sorprendente, ¿no? Una prueba más de que ciencia y religión se dan la mano, no la espalda.

Si virtualmente los seres humanos podemos lograr cualquier cosa en la que tengamos fe, entonces tenemos la obligación moral de creer en (esto es, actuar con) principios elevados que lleven a la humanidad a la manifestación de sus mejores potenciales. Podemos empezar de a poco, como Elizabeth, la mujer hecha de flores, que solo se propuso encontrarme a mí y, a cambio, trajo alegría a este blog y me llenó el corazón de felicidad, lo que, en mi vida, es mucho.

lunes, 25 de febrero de 2008

La Virtud Como Derecho

¡Yá Bahá'u'l-Abhá!*

Soy Bahá'í.

Si no has escuchado nunca esta palabra te estarás preguntando qué es ser Bahá'í. De modo resumido, ser Bahá'í significa creer en el poder de la unidad, creer que hay un solo Dios para toda la humanidad, que todas las grandes religiones del mundo tienen su origen en Él y que los fundadores de estas religiones provienen, todos, de un solo Dios, Quien los envía como una Manifestación de Sí Mismo.

Ser Bahá'í significa reconocer con el corazón que la Manifestación de Dios para esta época es Bahá'u'lláh («La Gloria de Dios», en árabe), y que sus enseñanzas son las luces que guían a la humanidad.

Bahá'u'lláh, al igual que Su Santidad Jesucristo, enseña que todos los seres humanos fuimos creados a imagen y semejanza de Dios. Por mucho tiempo, se han interpretado estas palabras en forma literal, lo que distorsionó el modo en que las personas concebíamos a Dios.

¿Un ejemplo? Si Dios me creó a su imagen y semejanza en un sentido literal, es decir, si me creó a su semejanza físicamente, esto quiere decir que Dios es un hombre de tez blanca, de cabellos largos y con rulos, de ojos marrones y ni gordo ni flaco. Pero Whoopi Goldberg y John Candy, por ejemplo, podrían decir lo mismo, y entonces la imagen de Dios sería algo totalmente distinto. Esta interpretación literal y errónea de las palabras de Jesucristo, unida al machismo predominante, generó una confusión que nos costó caro a todos.

Bahá'u'lláh aclara que decir que los humanos fuimos creados "a imagen y semejanza de Dios" significa que Dios depositó en nosotros el tesoro de sus cualidades y atributos, por cuanto Dios no es un ser de naturaleza física.

A primera vista, salen a la luz dos implicaciones en este nuevo entendimiento de que estamos hechos a imagen y semejanza de nuestro Creador: Primero, se soluciona cualquier confusión y confrontación que pueda darse sobre el aspecto de Dios, y de si Él debe ser un hombre o una mujer, pues al tratarse de un Ser totalmente espiritual, está librado de esas limitaciones que tenemos los humanos. Segundo, que el ser humano, por esta propiedad de estar hecho a imagen y semejanza suya, efectivamente, puede desarrollar las cualidades y atributos que Dios depositó en su alma y alcanzar alturas asombrosas de progreso espiritual, intelectual y social. A partir de aquí, las potencialidades que hay en nosotros y sus implicaciones ¡son infinitas!

Tenemos el derecho natural a aprender a leer y escribir, por cuanto así podemos acceder personalmente a los Escritos Sagrados que Dios reveló a través de Sus Manifestaciones, Escritos donde dejó la guía suficiente para emprender nuestro desarrollo espiritual. Tenemos el derecho natural a desarrollar nuestro intelecto, por cuanto así mejoraremos los medios por los que estas potencialidades se manifestarán en el mundo del ser. Tenemos derecho a ser felices, por cuanto la felicidad es uno de estos atributos que Dios puso en nosotros para manifestarlos. Tenemos derecho a amar, y a amar a todo ser humano, por cuanto el amor es la virtud subyacente a todas las otras.

Así es, estos tesoros que Dios depositó en nosotros, con la esperanza de que los desarrollemos durante toda nuestra vida para alcanzar plenitud en la semejanza a Él, son las virtudes que desde siempre se ha ponderado, pero que el pensamiento predominante, viciado por el materialismo y un hedonismo sin sentido, está desvalorizando. En cuanto los seres humanos nos unamos, sin distinciones ni prejuicios, para bruñir en nosotros el espejo del alma que reflejará los atributos de Dios, estaremos dando lugar a que Dios Mismo se pose sobre nosotros, insignificantes átomos dentro de todo este universo, y nos alimente hasta convertirnos en soles radiantes y llenos de poder.

Los Bahá'ís estamos orgullosos de la posición exaltada que Dios concedió al ser humano, y estamos comprometidos individual, institucional y comunitariamente, con el desarrollo de las cualidades espirituales, cuya expresión permitirá a toda la humanidad remontarse a alturas inimaginables de desarrollo y brillar como el sol en el cielo del progreso.

Si querés saber más sobre qué están haciendo los Bahá'ís en tu país, visitá www.bahai.org



* Yá Bahá'u'l-Abhá significa "Oh Tú, Gloria del Más Glorioso". Es la oración Bahá'í más corta y es extremadamente poderosa. La pongo al inicio porque siempre que voy a comenzar a utilizar un cuaderno o un bolígrafo por primera vez, es lo primero que escribo. Esta costumbre mía la aplico también a la versión electrónica de cuaderno o bolígrafo.
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